Los padres y madres se hacen cargo cada día de una tarea de las más difíciles que podemos encontrar. Esa tarea es asumir la responsabilidad de la salud física y emocional de sus hijos, supone educarles de forma que se conviertan en personas autónomas, responsables e integradas en la sociedad. ¿Qué puede haber más difícil que esto? ¿y quién ayuda a los padres en esa tarea?

En esta tarea interviene la comunicación con el niño desde que son bien pequeños, una comunicación verdadera con sus emociones, desde la empatía.